jueves, 3 de octubre de 2013

Como cada día, solo que un poco distinto

Puntual como cada día, me ha brotado esta mañana tu recuerdo. Aún no he terminado de parar la alarma del móvil que ya estas en mi mente, me giro y veo que el sol empieza asomarse por mi ventana. Cuando termino de darle clic al botón para apagar, me acurruco en la sabana mientras te pienso y te sigo anhelando. Sé que esta mañana, no es distinta, simplemente es otra mañana más sin estar a tu lado, sin despertarme con tus caricias. Cuanto tiempo abra de transcurrir más para acostumbrarme a tu ausencia... 
Me dispongo a salir de la cama, entre lagrimas en los ojos. Abro el armario y busco que ponerme, veo la camiseta que tanto decías que te gustaba, y hoy, te extraño más de lo normal. Pienso que ponérmela puede ser una buena idea. A pesar de los miles de quilómetros que me alejan de ti sé que si me la pongo te sentiré un poquito más cerca.
A pesar, del tiempo sigo extrañando recorrer los pasillos ligera de ropa, contigo, entre risas y besos y perderme en ti. Ahora paso por ellos y se sienten fríos y sin ningún sonido parecido a la felicidad.
Acabada de vestir me miro al espejo, en el veo reflejada una media sonrisa dibujada en mis labios con el fino pincel de mi mascara,  miro más de cerca y esa sonrisa se borra de mis labios, para mostrar ligeramente mi alma en el reflejo, unos ojos tristes i anhelantes y unos labios fríos y exasperantes de volver a probar el sabor de lo prohibido, de su droga preferida, tu. 
Entonces, cierro los ojos, releo en los recuerdos veo esa chica con esa sonrisa y esos ojos brillantes, que al abrir, al recordar-te se me ilumina el rostro. Porque se que tu eres la inspiración de mis sonrisas como también la de mis lagrimas. 
Salgo de casa, me dirijo hacia el instituto como cada día de la semana, pero esta vez, es distinta, en cada rincón del camino nos veo, veo los lugares que para mi tienen tanta magia escondida, para algunos son simplemente lugares, pero para mi son nuestro recuerdo. Hoy, no tengo ganas de ir a clase doy media vuelta, no voy a casa, sino que voy a la tuya. Donde tiempo atrás era al único lugar donde solía recurrir cuando algo iba mal. 
Me encuentro con todo cerrado, como tu corazón para mi, que jamás permitió que entrará en el. Entonces, sigo andando y cada lugar me da que pensar, me da imágenes de nuestro pasado. Parece mentida como cada lugar puede guardar tanta magia para un corazón y para cualquier otra persona puede ser simplemente un lugar insignificante. 
Las piernas me conducen donde nuestra historia dio paso a algo nuevo, me dirijo al lugar donde por primera vez pude o pensé que acariciaba tu corazón. Esa noche de invierno fui la persona más feliz, del mundo. Y ahora estando en el no siento ni una simple brisa de felicidad. 
Sé que no puedo quedarme aquí releyendo el pasado, pero como dejar de amarte si jamás pude terminar de hacerlo? 
Tequiero. 

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